
"El juego de los abalorios" es el último libro de Hermann Hesse, Premio Nobel de la Literatura. La obra está ambientada en un futuro indeterminado, puede deducirse que en el siglo XXV. El libro es un relato de la vida en Castalia, un lugar donde habitan personalidades variadas, unidas por la teoría del "juego". Tiene como objetivos: describir la vida de los habitantes que se dedican a la cultura universal; la búsqueda de una asociación entre las ciencias exactas y los libros de religión; las ciencias, la música, las matemáticas, en un intento de llevar la ciencia y el arte a una síntesis que, unifica todas las regiones del mundo, unidas por un lenguaje universal. El Orden intelectual tiene un carácter monástico, con el objetivo de conservar la herencia cultural e intelectual de la humanidad.
El protagonista, Joseph Knecht (el Siervo) es introducido paso a paso, en el misterio artístico cuasi santo, situado fuera del mundo material. Desde el principio llamó la atención por su talento. A los 12 años fue admitido en la institución y llegó al cargo más elevado dentro de la Orden, el de Magister Ludi. Uno de sus más íntimos amigos, hacía duras críticas a la Orden, y se manifestaba adversario del juego. El mismo Joseph Knecht empieza a darse cuenta de los peligros que amenazan la Orden.
En la Vida de Benedicto XVI, de Peter Seewald, hay un capítulo dedicado a la obra de Hesse y expresa su admiración e interés por "El juego de los abalorios" y las semejanzas con la atmósfera con el grupo de eruditos amigos de Ratzinger y la cantidad de catequesis, conferencias y libros, en los cuales expone de modo distinto y siempre renovado de su mensaje.
"El juego de los abalorios" termina con escritos póstumos, sus poesías y la biografía de Joseph Knecht, narrada por él mismo.