El Infierno Treblinka

[Треблинский ад]
Año: 
1944
Género: 
Público: 
Valoración moral: 
Género: Literatura
Sin inconvenientes.
Algunos inconvenientes morales.
Presenta pasajes de cierta entidad contrarios a la fe o la moral.
Presenta pasajes escabrosos o un fondo ideológico general que puede confundir a personas con una escasa formación cristiana.
Abundan los pasajes escabrosos o un fondo ideológico contrario o extraño a los valores cristianos.
Por sus contenidos explícitos, la obra contraría la fe o la moral de la Iglesia Católica o el cristianismo en general.

El autor es un ingeniero ucraniano y judeoruso que se dedica a escribir. Al iniciar la Segunda Guerra Mundial es corresponsal de guerra del ejército rojo en varias batallas importantes (Moscú, Stalingrado, Kursk, Berlín) será uno de los primeros que documenta un campo de exterminio. El autor es el primer cronista en relatar al mundo los horrores de Treblinka. Es importante hacer notar que el autor narra con los datos que él tenía en ese momento. Treblinka fue destruido por la SS un año antes de la llegada de los rusos al campo de exterminio, sin embargo el autor toma de diversos testimonios la vida ordinaria del campo: desde el traslado de los judíos de los países ocupados por el ejército alemán, -la mayoría de ellos son fueron judíos del gueto de Varsovia-; el descenso en la “estación ferroviaria” para su selección e inmediata muerte a través de las cámaras de gas y posteriormente el enterramiento de los cuerpos (aunque tiempo después se recurrió a los hornos crematorios).

La narrativa del autor es estremecedora porque va mostrando exactamente lo que sucedía con los presos. El campo, hay que mencionar, era de exterminio, razón por la cual se calcula que el promedio de vida de un preso fue de hora y media. Grossman, en dos momentos de la lectura reclama la “poca disposición” del Papa Pío XII: como mencionamos al inicio el autor escribe con los datos que tiene a la mano –entre ellos el esfuerzo constante que hizo Eugenio Pacelli como Nuncio Apostólico en 1937 y posteriormente como Pío XII- además de que el texto es un reflejo de la manera de pensar del ejército comunista de la época.

R.H.A. (España, 2016)