El gran teatro del mundo es una obra maestra de Pedro Calderón de la Barca que destaca por su capacidad para fusionar diversos géneros dramáticos, como el auto sacramental, la comedia filosófica y el drama de honor. Esta obra, como parte de los autos sacramentales, se caracteriza por ser una representación alegórica sobre la vida humana, donde el autor examina la condición humana, las virtudes y los vicios, todo dentro de un contexto religioso y moral.
El mensaje central de la obra sigue una tradición que se remonta a los clásicos latinos: la vida es una representación en la que los individuos tienen roles predeterminados, y lo crucial en nuestra existencia es cómo actuamos en ese rol, es decir, cómo "obramos bien". En este sentido, Calderón plantea que el sentido de la vida radica en cumplir con las expectativas y virtudes que nos asignan, sin caer en los errores que pueden desviar nuestra misión.
La obra ha trascendido más allá de su época gracias a su profundidad filosófica y universalidad. Aunque fue escrita en el Siglo de Oro español, sus temas siguen siendo relevantes hoy en día, lo que explica su constante representación y traducción en diversas culturas y períodos.