
Año 1999. Susana es una joven vasca con raíces gallegas. A sus veintiún años viaja a Tui para conocer a su familia por parte de madre. Esa visita le cambiará la vida; no solamente sabrá cosas sobre su madre que le fueron ocultadas, sino que conocerá al joven Pelayo, y continuará la aventura de su madre, que antes de casarse intentó localizar una reliquia del siglo I: el báculo de San Epitacio, discípulo de Santiago Apóstol y primer obispo de Tui.
Interesante primera novela del autor, que con sencillez logra convertir en thriller una historia que podría haberse quedado en aventura de verano. Méndez escribe de lo que conoce, la historia de Tui, y construye unos protagonistas jóvenes creíbles, buenos cristianos que frecuentan los sacramentos, con relaciones limpias y tentaciones como todos los demás. La novela se lee con facilidad, a pesar de los errores ortográficos y gramaticales - menores, pero se observan; el libro está publicado en una editorial pequeña que alienta a los escritores noveles, y quizá por ello no cuida estos detalles -. Está escrita para que también puedan disfrutarla los jóvenes, que de seguro encontrarán buenos ejemplos en Pelayo, Susana y las distintas cuadrillas de uno y otra.