Penúltima novela del gran escritor ruso, que escribió justo antes de los Hermanos Karamazov, su obra cumbre. Hablan muy bien de ella Romano Guardini en su libro El universo religioso de Dostoievski y Nicolai Berdiaev en su ensayo El espíritu de Dostoievski. Es una obra de madurez, escrita en la última etapa de su vida, y se nota: los grandes temas del autor ruso salen con hondura y oportunidad.
El narrador es el propio adolescente, toda su vida centrada en su “yo”, un yo poco maduro, fantasioso, algo fanfarrón e irascible, a merced de las impresiones, pero en camino de algo más, en crecimiento. Son de este libro algunas de las grandes reflexiones de Dostoievski, concentradas en alta literatura, como “el hombre no puede vivir sin arrodillarse, o adora a Dios, o se inclina ante un ídolo de oro o de madera". Y otras, como el diálogo sobre el ateísmo y la alegría, incompatibles entre sí. Pero el libro no es un ensayo. Es una ficción que atrapa, con todos los recursos de las novelas que enganchan al lector: documentos secretos, conspiraciones, estafas, cárcel, sorpresas repentinas, intentos de asesinato…
Alguna de las ediciones que existen presentan abundantes notas y un glosario y elenco de nombres, que facilita mucho la lectura. Libro poco conocido en comparación con otras obras de Dostoievski, pero a la altura de sus grandes obras, como Crimen y castigo, El idiota o Los demonios.
J.I.P. (España, 2016)