
Fiel a su línea de siempre, la editorial Palabra, experta en espiritualidad laical, acaba de poner en el mercado un buen antídoto contra un flanco de la actual pandemia hasta ahora desatendido. Cuando se tienen menos de treinta años, ante el terremoto social que ha provocado el Covid-19, es fácil pensar que estamos, espiritualmente hablando, en una situación de guerra abierta en la que solo valen las armas de grueso calibre. Fernando del Moral, con gran sencillez, en un texto sencillo, directo y estimulante, con argumentación que se apoya a la vez en la fe y en la sensatez, nos persuade de lo contrario. “Desescalada” significa volver poco a poco a la vida ordinaria en todos los ámbitos, sin ansiedad, sin exigencia de instantaneidad, sin la precisión de estar informados al momento, ni la impaciencia de exigir respuesta inmediata. Con los pies en el suelo, “Desescalada” nos vuelve a la necesidad de la oración ante el sagrario, del santo rosario con sosiego, y de un plan de vida espiritual –¡el de siempre!- en su justa medida.