El autor es psiquiatra y psicoterapeuta francés, profesor de la Universidad de Lyon. Presenta un ensayo interesante sobre la psicología del perfeccionismo. Fanget es un gran conocedor del tema tanto desde una perspectiva teórica como práctica. Incluye muchos casos significativos de sus terapias y deja ver su experiencia con gran variedad de pacientes. Es un libro propositivo de conocimiento. Contiene algunos tests de utilidad. Parece de especial valor la terapia cognitiva que propone para modificar algunos filtros equivocados de pensamiento. En varias ocasiones afirma que utiliza una psicología cognitivista y conductual.
El libro es sencillo, asequible, didáctico, con información esclarecedora. Facilita crecer en autoestima al distinguir lo que es el ser del parecer. Insiste en no dar tanta importancia a las modas y a la cultura de la imagen.
No se ven errores de fondo en el terreno que estudia; quizá podría haber hecho mención explícita en varios momentos a la libertad humana y dejar claro que no siempre los caracteres son resultado de factores hereditarios, educativos o socio-culturales. Como es usual en este tipo de obras divulgativas no intenta fundamentar sus afirmaciones psicológicas en la antropología. Por otro lado, por el método con el que trabaja, no es necesario que lo haga pues no es un enfoque filosófico.
Consta de 4 partes, divididas en 12 capítulos. En su exposición respeta las diferentes etapas de la psicoterapia: primero hace un análisis de las perturbaciones -tipos de perfeccionismo- que el problema provoca; enseguida busca el origen del mismo; luego explica los peligros y patologías que conlleva para finalizar con las estrategias y búsqueda de soluciones que aportan bienestar y satisfacción a la persona.
Su conclusión es muy ilustrativa y se trata de una paradoja. Si bien el perfeccionismo ayuda en ocasiones a triunfar en la vida, no procura necesariamente la felicidad. El secreto es evitar que sea tóxico, sin límites. Por eso invita al lector a vivir lo que propone para cambiar de actitud cuando se conoce que la propia personalidad, o la de otra persona cercana, es obsesivamente perfeccionista. Se trata de aceptar los puntos débiles, carencias y contradicciones de la propia conducta y encontrar el equilibrio entre exigencia personal y tolerancia. Resultan muy fecundos los 11 consejos finales. Su lectura se recomienda a un público amplio, personas que padecen este defecto, padres de familia, educadores y formadores.