
A través de quince relatos, se presenta una panorámica de la literatura francesa a lo largo de cien años (desde el inicio del siglo XIX hasta 1920) de temática criminal. Junto a algunos destacados representantes de las letras francesas como Balzac, Dumas o Merimée hay otros menos conocidos o menos traducidos al castellano como Richepin, Lermina o Allais. En la mayoría de los casos destaca el sentido del humor y la ironía. A pesar de que los crímenes que se exponen requieren de una ambientación típica criminal y los personajes son pícaros, excéntricos, locos, licenciosos o libertinos, el cuadro general tiene frescura. En algunos relatos aparece ya el mundo de las apariencias que no engaña a los inspectores y como ya es corriente en los crímenes aparece la avaricia, el orgullo y la estupidez humana. También tiene interés que a través de los relatos se dan a conocer costumbres de la época. Los relatos son cortos, sin grandes complicaciones, son independientes, entretenidos y fáciles de leer. Tanto la traducción como la selección, la edición y el prólogo los ha realizado Mauro Armiño (escritor, periodista y crítico literario).