
La oración es un impulso, es una invocación que va más allá de nosotros mismos: algo que nace en lo más profundo de nuestra persona y llega, porque siente la nostalgia de un encuentro. Esa nostalgia, que es (...) más que una necesidad: es un camino. La oración es la voz de un “yo” que va a tientas, que procede a tientas, en busca de un “tú”. El encuentro entre el “yo” y el “tú” no se puede hacer con calculadoras: es un encuentro humano y muchas veces procedemos a tientas para encontrar el “tú” que mi “yo” está buscando. Este libro recoge doce contribuciones de otros tantos autores, que forman un itinerario para caminar junto a Jesús y llegar a contemplar a Dios en nuestra vida ordinaria. Su objetivo es facilitar ese encuentro con quien nos ama desde la eternidad, para que transforme nuestras vidas y nos permita dar un fruto que, aunque se encuentra fuera de nuestro alcance, está hecho a la medida de nuestro corazón.
La oración es un don que Dios quiere entregarnos a todos. De cada uno de nosotros depende tan solo remover los obstáculos que nos impiden acogerlo con los brazos abiertos. Ojalá estos textos, escritos desde la aspiración a rezar más y mejor, nos ayuden a anhelar, a pedir y a cultivar esa relación que transformará nuestras vidas en lo que Dios ha soñado para ellas.