José Luis Peixoto (Galveias, Alentejo, 1974), es licenciado en Lengua y Literatura Modernas por la Universidad Nova de Lisboa y profesor en Portugal y Cabo Verde durante unos años antes de dedicarse profesionalmente a la escritura. Hasta ahora tiene editadas en español doce de sus obras, algunas traducidas también a otros idiomas, entre novelas, poemarios, libros de viajes, teatro y cuentos infantiles. En el año 2001 obtuvo el Premio Saramago, con su primera novela Nadie nos mira, al que han seguido otros galardones literarios.
Comida de domingo es una novela tranquila, serena, positiva, intimista que corre por los recuerdos, sentimientos, detalles y acontecimientos familiares, sociales, políticos y empresariales de Rui Nabeiro. Importante personaje luso, que desde su adolescencia y juventud, ambientada en la posguerra y el contrabando de menudeo de café entre Badajoz y la villa alentejana de Campo Maior; que tras trabajar algún tiempo con un tío suyo en un tostadero de esa villa alentejana, va ampliando su comercio hasta conseguir un emporio laboral y productivo, que da trabajo a un tercio de los ocho mil habitantes de Campo Maior. Exporta café por el mundo entero y logra hacer del Café Delta un referente de Portugal por su omnipresencia en los hogares y la hostelería portuguesa, desde el Miño hasta el Algarve, las Azores y Madeira. Se añade al emporio unas bodegas de vinos y almazaras de aceite de gran calidad, para la venta internacional. La generosidad de Rui Nabeiro, bonhomía y empuje social llegó a que recibiese el título de Comendador, Cónsul Honorífico de España, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Évora y llevar su nombre a calles y plazas de la región, a uno y otro lado de la frontera.
En realidad, la novela no describe muchos detalles de su vida, se limita a dar pinceladas sueltas, ambientadas en su vida familiar fecunda y entrañable. Se trata de rasgos y dibujos de los campos y las calles de Campo Maior, de su desvelo por la familia, la empresa y los trabajadores. Abundan los valores de amistad, familiares, los detalles de amor a su mujer, hijos, nietos y bisnietos y a su tierra alentejana. Es un canto positivo, que tiene la profundidad emocional del sereno grupal canto de los llamados “ranchos” de aquella tierra. Todo va caminando serenamente por el relato, hasta llegar a la comida de domingo, llena de fiesta cuando se celebra en Campo Maior y en su casa el nonagésimo aniversario de una vida larga, rica y fecunda.