Apologia pro vita sua. Historia de mis ideas religiosas

[Apologia pro vita sua: being a history of this religious opinions]
Año: 
2010
Género: 
Público: 
Editorial: 
Encuentro Ediciones
Ciudad: 
Madrid
Año de publicación: 
2010
Páginas: 
420
Valoración moral: 
Género: Pensamiento
Sin inconvenientes.
Requiere conocimientos generales en la materia.
Lectores con formación específica en el tema.
Presenta errores doctrinales de cierta entidad.
El planteamiento general o sus tesis centrales son ambiguos o se oponen a las enseñanzas de la Iglesia.
La obra es incompatible con la doctrina católica.
Calidad literaria: 
Recomendable: 
Transmite valores: 
Contenido sexual: 
Contenido violento: 
Lenguaje vulgar u obsceno: 
Ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia: 
La calificación de las distintas categorías proviene de la opinión de los colaboradores de Delibris

La Apología surgió a raíz de una reseña periodística ante la que Newman sintió la necesidad de explicarse cuando vivía apartado en el Oratorio de Birmingham, dedicado a sus ideales educativos y a promocionar el laicado católico. El libro fue un éxito en todos los ambientes. Expone su conversión, que no fue otra cosa que la comprensión progresiva del Credo católico, sin necesidad de descalificar el anglicanismo al que había servido y se había dedicado con rectitud, "Miraba a la Iglesia, sus ritos, sus ceremonias, sus mandamientos, y me decía: 'Esto sí que es religión'. Luego volvía la mirada a la pobre Iglesia Anglicana (…) todo se me antojaba de una vaciedad monumental”.

No es una autobiografía, tampoco es un relato, pues no habla de su vida, aficiones o de su familia. Deja que sean los hechos los que hablen y para ello revuelve en su trayectoria universitaria, entre sus escritos y correspondencia, para narrar con veracidad un proceso que requirió un gran esfuerzo, “cosa atroz para el corazón y la mente”. No busca una justificación, pues no es necesario. Empezó estudiando la antigüedad, base de las doctrinas del cristianismo y de la iglesia de Inglaterra. "Y en pleno siglo V, me pareció ver reflejada la Cristiandad de los siglos XVI y XIX. Vi mi rostro en ese espejo: yo era un monofisita. (…) ¡Quién me iba a decir que de todos los pasajes de la historia acabaría recurriendo a las palabras y acciones del viejo Eutiques (…) y a los disparates de un hombre sin principios como Dióscoro, para convertirme a Roma!”.

La conversión de Newman no fue una caída del caballo: fue un caminar con rectitud del que se fue desviando poco a poco para encontrar otro destino, un recorrido lleno de dificultades, pero “diez mil dificultades no hacen una sola duda”, por decirlo con sus palabras (en una frase que ahora figura en el Catecismo de la Iglesia Católica). En 1843, después de tres meses de deliberar, hizo su repudio a las críticas lanzadas contra Roma y tuvo que dejar la vicaría de St Mary's. Y aunque intentó quedarse en Littlemore, una parroquia que había construido, también tuvo que marcharse. Perdió amigos y también entre algunos católicos encontró recelos. De hecho, el último capítulo está destinado a los católicos que no terminaban de fiarse y traza una visión muy equilibrada del mundo intelectual del siglo XIX, con el incipiente cientifismo “en peligro de hundirse en el pozo sin fondo del agnosticismo”. Él se opuso con todas sus fuerzas al liberalismo, ese “escepticismo profundo y lleno de prestigio, que procede exclusivamente de la razón humana puesta en práctica por el hombre natural”.

No se puede olvidar que Newman está considerado como el más importante teólogo anglicano: defendió la infalibilidad del Papa frente al protestantismo y tenía muy claro que la idea inglesa de “papismo” no era una idea religiosa, era un principio político. La Apología es una lectura reconfortante y clara, que necesita de tranquilidad para recoger el mensaje profundo y amplio de quien ha sido considerado el “padre ausente” del concilio Vaticano II, canonizado en 2019, y en quien se descubre que “no hay amigos mejores que los viejos amigos”.

Autor: Francisco Forriol, España
Fecha de actualización: Mar 2020

Otras reseñas

Valoración moral: 

El autor, converso del anglicanismo al catolicismo, tomando como motivo un folleto en el que se atacaba a su persona, defiende a la Iglesia Católica mediante la narración detallada de su propia conversión. El libro tiene un alto interés apologético. Estilo fluido, muy bien escrito, basado en la narración documentada de los hechos, tal como se desarrollaron a lo largo de su vida.

Es una autobiografía espiritual de un hombre que busca su propia consciencia. Es una maravilla contemplar cómo un intelectual tan notable es a la vez una persona tan honesta, con ganas de conocer la verdad y seguir lo que Dios le muestra: es una apología (defensa) de su vida, pero también la defensa de la Iglesia, contra los ataques de los que era objeto. Estos escritos también son un reflejo de su lucha anti-liberal, tan avanzada para su época, que muchos anglicanos no entendían. La biografía retrata bien lo que es la iglesia anglicana, y cómo piensan sus fieles.

J.G. (Portugal, 2016

Autor: Jorge Gaspar, Portugal, 2016