Se muere como se vive. Y hay muertes que merecen epitafios en bronce, colgados en las puertas de todas las ciudades. La muerte de Sócrates sigue conmoviendo al mundo. Las últimas palabras dirigidas a sus acusadores son todo un canto a la libertad, a la virtud, al feliz término de una vida lograda.
L.P. (Italia, 2017)
Breve, sencillo y, al mismo tiempo, profundo. Se trata de la defensa oral que hizo Sócrates ante sus acusadores quienes, mediante una acusación y juicio amañado, lograron la más grave de las sentencias para este filósofo que buscaba la verdad y la vida virtuosa para él, su familia y todos aquellos a quienes trataba, principalmente los jóvenes: la muerte. A lo largo del texto, escrito por uno de sus más prominentes discípulos, Platón, queda de manifiesto la sinceridad con que Sócrates buscaba la verdad, el valor que representa en él la vida virtuosa y la conciencia de la responsabilidad que tenía para con él, su familia y la sociedad, de dar ejemplo al aceptar morir por esa verdad, porque estaba convencido que el haber procurado no hacer jamás una acción injusta debía ser su mejor defensa.
G.C. (Italia, 2017)