Etéocles y Polinices, los hijos de Edipo, se han enfrentado y ambos han muerto. Creonte ha declarado que Polinices sea dejado sin enterrar, por su traición al trono. Pero para Antígona, la hermana pequeña de los dos difuntos, existe una ley superior a la del rey, que le lleva a actuar según el dictámen de su corazón. Ha pasado a la historia como uno de los primeros tratados sobre la ley natural.
Tras la muerte de Edipo, sus hijos varones (Polinices y Eteocles) acuerdan turnarse en el trono. Sin embargo, Eteocles rompe el pacto y Polinices inicia una rebelión. La muerte de ambos hermanos en la guerra convierte a Creonte en nuevo rey de Tebas, y su primera medida es prohibir el entierro de Polinices, por traición. Antigona e Ismene, las hermanas de Polinices y Eteocles, se enfrentan así al dilema de ser fiel a la ley de los hombres, o a la de los dioses. Desde un punto de vista literario, la obra conservada de Sófocles representa el equilibrio y la perfección del género trágico en la Antigüedad. Como en otras obras similares, los personajes principales, se ven enfrentados de manera misteriosa e inevitable contra el destino o los dioses, para acabar siendo destruidos, aunque también en cierto modo, exaltados.
A.F.S. – J.V. (2014)