Esta novela del escritor Nickolas Butler (Pensilvania 1979) está inspirada parcialmente en hechos reales ocurridos en Weston, en el estado de Wisconsin, el 23 de marzo del 2008. Los protagonistas son, básicamente, una familia de granjeros de buenas costumbres, trabajadora, muy casera, y que viven ahora en una granja de un pueblo de Wisconsin. El marido se llama Lyle, y es un hombre bondadoso, pacífico, pero que, cuando llegue el momento, sacará todo su genio a relucir. Su esposa Peg es una mujer fuerte, soporte del hogar. Tienen una hija adoptada, Shiloh, que es madre soltera y que, ya desde la adolescencia, ha resultado bastante conflictiva. Su hijo Isaac tiene cinco años y es muy simpático y cariñoso. La vida transcurre con cierta normalidad, hasta la llegada a la parroquia del nuevo pastor, el predicador llamado Steven, que dará lugar a situaciones bastante conflictivas. Lyle teme que influya negativamente en su indefensa hija y en su querido nieto.
El autor aborda preferentemente el asunto de la sanación: práctica extendida, en algunos lugares. que consistiría en curar enfermedades con la oración y con la fe, y no con la ciencia médica. Aunque la gente es buena humanamente, la práctica religiosa es, más bien, escasa. El escritor trata bastante bien las relaciones paterno-filiales, y también las de los abuelos con los nietos. Todos defienden la familia cuando hace falta de verdad. Esta tercera novela del autor resulta cálida, entrañable y optimista, a pesar de las dificultades. Hay algún detalle sensual. Se lee con agrado.