Acerca de la esencia y del concepto de PHYSIS

Este ensayo de 1939 sobre la esencia y el concepto de ‘physis’ fue discutido en un seminario del año 1940, pero que no vio la luz hasta 1958. Como su título lo indica, se trata de un comentario minucioso a la definición de ‘physis’ (naturaleza) tal como aparece en el segundo libro (libro B) de la Física de Aristóteles. A través del comentario, Heidegger deja entrever las ideas fundamentales de su concepción del ser, dentro del proyecto de entender el surgimiento de la metafísica en Grecia. Por eso Heidegger intenta descubrir en el concepto aristotélico de physis la resonancia del equivalente presocrático (originario); de hecho, el ensayo se llamaba originalmente "pre-concepto de la metafísica".
La conclusión heideggeriana es que Aristóteles llama 'physis' a un modo específico de ser, cuya especificidad reside en la movilidad. Aquí, la interpretación heideggeriana salta a que esta afirmación debe entenderse no como estar en movimiento, sino como ser movimiento. La ‘physis’ heideggeriana está marcada por el sello de la ‘kínesis’, de modo que se abre la posibilidad de que el horizonte común de su ontología sea el movimiento. Por ello, Heidegger puede decir que Aristóteles determina que la forma es la sustancia de lo que se mueve en cuanto tal.
Otro tema relevante del ensayo es el de la verdad y, con ella, el de la “desvelación del ser”. Para Heidegger, la ‘aletheia’ (verdad) pertenece intrínsecamente a la 'physis' originaria, en cuanto desocultamiento o presenciación. La visión heideggeriana identifica la ‘physis’ con la ‘aletheia’ del ser, lo que conlleva que ser y no ser se presenten según una estructura unitaria en términos de verdad y no-verdad: desocultamiento y ocultamiento. Dados los presupuestos, tal articulación es temporal, y la misma verdad queda marcada por esa temporalidad, tan propia del ser heideggeriano.
Por tanto, nos encontramos frente un texto especializado que avanza una interpretación novedosa sobre el concepto de 'physis' en Aristóteles, sobre todo porque se realiza en sintonía con el concepto heideggeriana de ser. Si bien tal interpretación puede resultar coherente con el planteamiento del Estagirita, en el fondo resulta ajena a una metafísica tradicional del ser; por eso es interesante contrastarla con otras interpretaciones del texto aristotélico, como son los comentarios de Tomás de Aquino o de Ross, para notar las divergencias y convergencias. Como es sabido, además, con cierta frecuencia los análisis filológico-históricos de Heidegger no son todo lo lingüísticamente precisos que debieran.
J.V. - P.V. - C.C. (2012)